Track 23: Learning to fly
Learning
to fly
Caen las bombas pero ya
no las escucho. Con los auriculares y el bafle al palo, me concentro en
paladear las cuerdas de la Gibson. Canto para mí, a pesar de los cadáveres que
se desparraman debajo, de esas cabezas desgarradas que sacuden mi atención.
Lento, como disfrutando, me asomo al vacío. Algo grande y definitivo me
reclama, lo sé. Esto ya lo hicieron los Fab
Fours, pienso. Y me elevo más. Los
aviones van, pero más vienen hacia la azotea. Mi monoblock y un puñado más aún
resisten, tambaleantes. De pie en centro de esa terraza, yo me siento una
estrella sucia del rock. Eso grito, grito al cielo borroneado de aviones. Los
veo venirse al humo, en el instante en que el vértigo me pone de rodillas. Yo
no escucho, pero aún revientan en mí el abucheo de los misiles, la luz púrpura,
el fluido de las notas, los aplausos muertos como estruendo. Todo eso desciende
conmigo, en escalas de sol mayor. Ahora yo, yo en mis rodillas, me concentro en
los bajos, el cielo alto me invita. Ya
casi es la hora. Cierro los ojos. Entono:
There’s no sensation to compare with this
Suspended animation, a state of bliss
Can’t keep my mind from the circling skies
Tongue-tied and twisted just an earth-bound misfit, I
Hay muchas formas de irse. Casi ninguno se va igual. Yo me voy a pique con mi edificio. Un hoyo grande espera para engullirlo todo. Sonrío. A través del miedo final, sonrío. Corrientes, la Zona, me despiden como estrella del rock and roll. Me llevan tan lejos, al punto de no retorno. Eso lo sabía: Solo volveré como una repetición, me repito. Las luces derrumban mis pies. Un coro cerrado me abre a pedazos. Y mientras el dolor se aligera, el alma huye y la carne aprende a volar.
ben goossens
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